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Descripción
Estamos a las puertas de un gran error: pensar que la publicación y potencia de este libro estriban en las particularidades contextuales que lo parieron. Pues bien: no caigamos en él. Hay aquí un gesto, un movimiento todavía más insurgente que el de escribir El lado oscuro del sistema desde -y a partir- del encierro. Se trata del texto, del despojo con que se afirma cada poema, de una voz conmovedoramente pura, carente de cualquier pose, de una poética que, como toda poética que trasciende, resultó emancipatoria mucho antes de aparecer en la hoja.
La poética en Maicol Rodríguez precede a la escritura, se trata de una música que siempre estuvo allí. De a ratos, agazapada; de a ratos, arrebatando la experiencia, entregada, en la línea de fuego. Sobreviviendo.
En tiempos atestados de ficciones carcelarias, objetos mercantiles montados por aquellos y aquellas que nunca sentirán siquiera una brisa que del encierro provenga, Maicol nos ofrece una cartografía de la experiencia de primera mano, desprejuiciada, brutalmente amorosa.
En algún momento, Mario Levrero dijo no escribir para ningún lector, “ni siquiera para leerme yo. Escribo para escribirme yo, es un acto de autoconstrucción. Y no me fastidien con el estilo ni con la estructura: esto no es una novela, carajo, acá me estoy jugando la vida”. Levantemos las copas y brindemos por este encuentro.